jueves, 17 de marzo de 2011

"Los hombres son como los colectivos...

...pasa uno y viene otro.¨

Mientras esperaba el 130 me acordé de esa frase dicha por cierta profesora de danzas.

Corrientes y Alem está minada de paradas de colectivo; es una zona gris, ruidosa, llena de gente malhumorada que va de acá para allá, y tiene olor a aceite de motor mezclado con garrapiñadas viejas. Es un lugar en donde uno no quiere estar demasiado tiempo, y cinco minutos se consideran "demasiado".

Tiene la particularidad de que por ahí pasan por lo menos cuatro líneas de colectivos que me dejan en mi barrio, y una de esas lineas es el 152.

Yo estaba en la parada del 130.

El 152 a esa hora viene con una frecuencia inmejorable. Es un colectivo rápido, a menos que te subas al temido ramal por UCA.

Yo esperaba el 130.

El 152 viene vacío siempre, es limpio y tiene tarjeta magnética.

El 130, en cambio, no tiene una frecuencia admirable cuando vuelve. Tiende a venir medio lleno y hay que esperarlo bastante. En otro tiempo fue color azul pero hace bastante cambió de empresa y es amarillito.

El 152 para en el Argerich.

Yo, terca, estaba parada en el poste del 130 mientras pasaban al lado mío los 152. El 130 no aparecía y yo me preguntaba por qué no me tomaba el 152 si venía uno por minuto.

Pasaron unos siete 152 hasta que llegó mi 130.

Me dejó a la vuelta de mi casa.

Justo a donde yo quería llegar.

3 comentarios:

  1. Está buenísimo, a lo sumo puede pasar que alguien no sepa que el Argerich es bastante más lejos de casa. A mí siempre me cayó mejor el 130 que el 152.

    ResponderEliminar
  2. Me re gustó Lelu!!!!!!!!!!!!1
    Love you!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Gracias por pasar fer!! Besotes!

    ResponderEliminar