...pasa uno y viene otro.¨
Mientras esperaba el 130 me acordé de esa frase dicha por cierta profesora de danzas.
Corrientes y Alem está minada de paradas de colectivo; es una zona gris, ruidosa, llena de gente malhumorada que va de acá para allá, y tiene olor a aceite de motor mezclado con garrapiñadas viejas. Es un lugar en donde uno no quiere estar demasiado tiempo, y cinco minutos se consideran "demasiado".
Tiene la particularidad de que por ahí pasan por lo menos cuatro líneas de colectivos que me dejan en mi barrio, y una de esas lineas es el 152.
Yo estaba en la parada del 130.
El 152 a esa hora viene con una frecuencia inmejorable. Es un colectivo rápido, a menos que te subas al temido ramal por UCA.
Yo esperaba el 130.
El 152 viene vacío siempre, es limpio y tiene tarjeta magnética.
El 130, en cambio, no tiene una frecuencia admirable cuando vuelve. Tiende a venir medio lleno y hay que esperarlo bastante. En otro tiempo fue color azul pero hace bastante cambió de empresa y es amarillito.
El 152 para en el Argerich.
Yo, terca, estaba parada en el poste del 130 mientras pasaban al lado mío los 152. El 130 no aparecía y yo me preguntaba por qué no me tomaba el 152 si venía uno por minuto.
Pasaron unos siete 152 hasta que llegó mi 130.
Me dejó a la vuelta de mi casa.
Justo a donde yo quería llegar.
Está buenísimo, a lo sumo puede pasar que alguien no sepa que el Argerich es bastante más lejos de casa. A mí siempre me cayó mejor el 130 que el 152.
ResponderEliminarMe re gustó Lelu!!!!!!!!!!!!1
ResponderEliminarLove you!!!!!!!!!
Gracias por pasar fer!! Besotes!
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